The Dogs' House: La Perrera

GlennOrch showin me the great diferences between same Bodhi Zipolite “Oaxacan” ( problably seeds from a “narcohibride” from weed bougth in Zipolite Beach), an a original Oaxaqueña Navideña (+18 week flo):

[QUOTE=GlennOrch;4395951]
Vaya con las Zipolites, todavía son más chaparras de lo que me imaginaba por las pocas fotos que había visto en BreedBay. A ver si tienen buen efecto y cumplen con las expectativas. Lo curiosi es que todavía se encuentran cosas menos hibridadas por la zona… en la región de Barra sin ir más lejos, donde hacia el 2011 obtuvo un conocido criador canadiense unas cuantas semillas interesantes y la gente está bastante contenta con ellas o también las Copalitas. De todas formas Bodhi había contado que durante un viaje rápido pilló hierba al vigilante en la playa de Zipolite y de ahí salieron estas, no fueron viajes para búsqueda de genéticas al uso como la que sí hizo a Nepal, por ejemplo.

Un compañero también trajo de la sierra algunas Oaxaqueñas de más de 18 semanas que parecían algo más intactas sin duda y por aquí otro viejo conocido trabajaba con una Oaxaca moderna e interminable a la que llamaba “12fingers”. Las Jarillas y alguna otra mexicana moderna parecen un poco menos hibridadas incluso y se mueven en el mismo rango de 12-14 semanas, pero el porte es un poco menos compacto. Con cuantas semanas estás cortando estas?

En fin ya se sabe que ahora lo que venden son los nombres legendarios y no las plantas. Vivimos tiempos en los que los clones se empiezan a convertir en marcas comerciales. Así es que la gente compra Oaxacas pensando en las viejas líneas legendarias de las que hablaban Short y otros veteranos de la vieja escuela, confiando en el criterio del criador/distribuidor y luego se encuentran con plantas Chaparras o bastardas mexicanas de origen incierto.
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[QUOTE=GlennOrch;4396196]
De hecho cada vez son más raras debido a la contaminacion total de las variedades criollas mexicanas tradicionales, al igual que ha pasado con Colombia, Jamaica, etc. O a los desastres del paraquat a finales de los 70 y 80. Siguen sonando nombres locales como Lambsbread o Punto Rojo en algunos de estos países pero lo que queda son ya híbridos de segunda o terecera generación, poco queda ya intacto, lo cual es lógico pues las primeras introducciones de genes foráneos comenzaron en los 80, sino antes.

Los mexicanos hablaban comunmente de las plantas “navideñas”, nombre que hacía referencia al hecho de que se cosechasen a final del año, que sería el tiempo habitual para una criolla tropical de esas características o latitudes. Mientras que ahora vemos habitualmente chaparras, pakistanas, kush, enanas, moradas, etc. Desde los inicios del foro tenemos amigos mexicanos que nos están hablando de este fenómeno y de la dificultad de encontrar plantas ancestrales como las que recordaban en su juventud. Pasa un poco como en Jamaica, donde es más sencillo localizar Blueberry, Skunk o Ak47 en lugar de una vieja Lambsbread.

Así, lo más habitual es encontrar en México plantas que han sido hibridadas con genes foráneos. Cuanto más nos adentremos en las sierras y pueblos más remotos, donde lugareños cultivan de forma tradicional sus propias semillas para autoconsumo, habrá más probabilidades de encontrar cosas relativamente intactas, pero por desgracia hoy en día esto cada vez se torna más imposible. En el norte del país, en donde la mayoría de cultivos domésticos y comerciales están controlados por los narcos y mafias locales, esto es todavía más patente, ya que estos proporcionan semillas a los granjeros. Ya hace muchos años que en México se cultiva kush, como bien cantan los narcocorridos desde hace años atrás.

Por otro lado, si en la población F2 de una planta como esta Zipolite se están segregando genotipos tan diversos y encontramos fenotipos tan contrapuestos como estos dos que vemos a continuación (hasta el punto que parecen dos plantas completamente diferentes), no cabe duda que se trata de rasgos de dos parentales de naturaleza y procedencia muy distinta. Recordemos que en la generación F2 de una planta vamos a encontrar a priori un 25% de rasgos de la madre, un 25% del padre y el restante 50% aportaciones mixtas de ambos. Pero esto no es debido a la heterogeneidad genética propia de una landrace, es un caso de hibridación en toda regla.

Aquí en estas fotos vemos un aspecto de planta hibridada con rasgos propios de cultivar comercial, compacta, de color verde oscuro, mayor tolerancia a los nutrientes, cálices mucho más voluminosos y resinosos, estructura más prieta, cogollos concentrados en los nudos que no forman colas largas, etc. Estos rasgos vienen de un parental híbrido, no adaptado a un entorno ni fotoperiodo tropical.

Esto ya se parece un poco más a lo que debería ser una criolla mexicana tradicional con su característico color verde palido, flor rala común de latitudes tropicales, cogollos en forma de lanza, cálices de menor tamaño, hojas más finas, maduración mucho más gradual y lenta, etc…

A modo de referencia, aquí tienes imágenes de otra Oaxaca moderna, la 12 fingers, que encaja con las características de una de esas viejas y ya casi extintas “navideñas” de maduraciones interminables e insostenibles a excepción de cultivos exteriores en climas subtropicales. Claro que esta ha sido obtenida por un cultivador mexicano con experiencia que llevaba muchos años buscando plantas antiguas. En todo caso, las imágenes hablan por sí mismas:

De todas formas, estas plantas son menos potentes, más lentas, menos olorosas, más sensibles, responden mal al cultivo interior, tienden a la intersexualidad, tienen un crecimiento desgarbado, son menos productivas y una serie de características que las hace poco deseables tanto para cultivadores, como fumadores, productores o narcos, lo cual ha favorecido su desaparición. Así que su interés es meramente medioambiental o conservacionista.
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